Ya no es preciso ni madrugar ni esperar hasta que el sol haya desaparecido detrás de los picos de El Toro y la Javalambre. Con el mes de septiembre han vuelto las agradables temperaturas que invitan a dar un paseo desde Sharíqua a Jérica en cualquier momento del día. Y aunque no requiera ningún esfuerzo, es un paseo con recompensa. Paseando por nuestra finca ya se puede empezar a rellenar el bolsillo con moras, uvas, manzanas, peras…
Las provisiones pueden incluso llegar más lejos de lo propiamente comible durante estos escasos 20 minutos hasta llegar al pueblo: También queda alguna que otra almendra en los árboles que se puede guardar por si el invierno se alarga 😉 Además ya están en marcha los siguientes abastos, más propios del otoño como nueces, membrillos, granadas…
Claro que así aún da más gusto emprender el breve camino hacía Jérica que por si sólo es muy agradable, ofrece preciosas vistas al pueblo, nos lleva por huertas cuidadas unas, abandonadas y salvajes otras y de paso nos presenta a nogales, higueras y cerezos vetustos. Un paseo que estos días además tiene otra irresistible recompensa: En Jérica estamos de fiesta y las próximas dos semanas hay programa todos los días y noches.